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Encontrar emprendedores sociales, el reto de Ashoka

Entrevista a Bill Carmichael, Economista con estudios en Yale, Oxford y Princeton. Decano y Director de programas de prestigiosas universidades.

10 de septiembre de 2014

Entrevista a Bill Carmichael

William D. Carmichael es Economista con estudios en Yale, Oxford y Princeton. Decano y Director de programas de prestigiosas universidades; trabajó durante 20 años, con la Fundación Ford, desempeñándose como vicepresidente encargado de los programas en países en desarrollo. Miembro Emérito de la junta de Human Rights Watch y del consejo de Visiones creativas y la Fundación de Servicios Legales África meridional, es actualmente consultor independiente para organizaciones enfocadas en temas de desarrollo, gobernabilidad y derechos.


¿Cómo se vincula usted a Ashoka?

Yo conocí a Bill Drayton, fundador de Ashoka en los Estados Unidos, a finales de los años 70. El acostumbraba a hacer trecking en la India y en sus viajes se dio cuenta que había mucha gente con ideas sobre cómo hacer que la vida fuera mejor en muchas comunidades. Sin embargo, no tenían el apoyo necesario para ponerlas en práctica. Él pensó que era importante impulsar a estas personas con sus iniciativas, logrando además que se juntaran y aprendieran unos de otros. 

¿Por qué está en Colombia?

Estoy en Colombia en un proceso de selección de emprendedores sociales de Colombia, Venezuela y Perú. He entrevistado a más de 2.000 personas en todo el mundo, y lo más increíble es que hemos apoyado personas muy diversas, desde personas con orígenes privilegiados, hasta otras muy humildes. En todas partes, se encuentran estas personas tan únicas que llamamos agentes de cambio. 

¿Cuáles son los principales criterios de selección que usan?

En Ashoka tenemos 5 criterios de selección básicos para escoger a nuestros emprendedores y apoyarles a lograr sus iniciativas más rápidamente. Primero, deben tener una idea nueva, que sea suficientemente original o diferenciada, y que ofrezca una solución a algún problema prevalente. Debe ser prometedora y escalable a diversos lugares o incluso países. 

Segundo, el candidato debe demostrar que durante toda su vida, ha sido creativo. Ha tenido ideas y planteado soluciones imaginativas ante las dificultades y los obstáculos. Tercero, debe tener características emprendedoras, es decir, una persona con competencias y habilidades para hacer cosas y lograrlas, dispuesto a tomar riesgos y sacar adelante sus iniciativas. Yo lo llamo personas que tienen “un optimismo tonto”. 

En cuarto lugar hablamos de que la idea tenga impacto social, y aquí es importante ver si esta persona tiene empatía con diversas personas con las que trabaja y logra su cometido y además ayuda a cultivar esta característica en otros. Finalmente, el candidato o candidata debe tener lo que nosotros llamamos “fibra ética”. Para mí, es posible ver esto cuando la persona está dispuesta a aceptar sus errores, a corregirlos rápidamente, a buscar otras opiniones. Muchas veces, podemos ver esto en la forma y consistencia con la que describen sus vidas. 

¿Han encontrado patrones característicos entre los emprendedores sociales?

Puedo decir que son personas muy excepcionales y escasas. Tenemos un debate interno en cuanto a si los emprendedores nacen o se hacen. Sin embargo, hemos encontrado que muchos se vuelven emprendedores cuando tienen una experiencia de vida que les da un giro total. Esta experiencia puede ser dramática o difícil, con lo cual incluso tenemos emprendedores que se hicieron a los 80 años. Lo que sí puedo decir es que la forma en que uno fue tratado cuando niño, o la forma en que uno trata a otros desde pequeño, no es irrelevante en sus historias de vida.

¿Por qué es importante promover el emprendimiento social? 

Aunque tengo 85 años ya, sigo entrevistando emprendedores. Me alegra la vida conocerlas, porque me devuelven la fe en que hay personas que no están dispuestas a dejar que el mundo siga en el desorden en el que está. En ese sentido, es importante empoderar a estas personas, muchas de las cuales ni se consideraban a sí mismas agentes de cambio.

En el mes de septiembre de este año saldrá al aire en Colombia un proyecto llamado Misión Impacto, que busca promover el emprendimiento social a través televisión y una plataforma Digital. ¿Qué relevancia encuentra usted en este tipo de iniciativas y qué le gustaría ver en un proyecto de esta clase?

En principio, me parece importante que los colombianos puedan entender que existen personas con este rol en la sociedad. Si se logra sembrar en ellos pensamientos acerca de que es posible hacer cambios y que el mundo puede ser un lugar mejor, maravilloso. Siento que ahora hay más conciencia -al menos para nuevas generaciones- de que es posible ser un emprendedor social. Además, todo el mundo tiene un rol que jugar, aunque no tengan todas las habilidades, pueden hacer algo, apoyar a otros y tener un impacto.