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¿Usted no sabe quién es ella?

Quién es ella, es lo de menos. Qué hace, es lo que importa. Mientras en la red circula un video en el que se amenaza a varios policías con mandarlos a Chocó, calladamente una mujer se esmera día a día para hacer de su departamento un lugar mejor.

Camilo Ángel Moreno
6 de marzo de 2015

“Conmigo no se metan porque si no terminan en Chocó”, con esta frase Nicolás Gaviria, el presunto sobrino del expresidente César Gaviria, amenazó a un grupo de policías en uno de los tantos videos virales que han circulado esta semana en diversos medios de comunicación. 
Más allá de lo reprochable del comportamiento, Gaviria se atreve a decir lo que gran parte de la aristocracia de las grandes ciudades piensa pero se reserva respecto al departamento del noroeste colombiano.
Es cierto que el departamento no aporta grandes réditos al PIB de Colombia ni lidera las tablas que miden los índices de desarrollo. Los índices de educación se asemejan a varios países africanos, la infraestructura es precaria y ni siquiera se alcanza a cubrir las necesidades básicas de los habitantes en materia de servicios públicos. 
Gran parte de Colombia mira al Chocó con pesar y los califica como un departamento inviable y condenado a la pobreza extrema. Mientras tanto,  Josefina Klinger –una mujer que creció en el corazón de quizás el departamento más olvidado de Colombia– más allá de amilanarse ha dedicado la mayor parte de su vida a cambiar el imaginario y potenciar las habilidades y cualidades de un pueblo que tiene mucho que ofrecer más allá que pobreza y corrupción. 
Mientras muchos crecemos con una visión de mundo en la que el tamaño de la billetera o el apellido determina quienes somos, de ahí que Nicolás Gaviria pregunte una y otra vez ¿usted no sabe quién soy yo? Josefina ha liderado un exitoso proyecto de turismo sostenible y de conservación de ecosistemas con una filosofía en la que la riqueza es algo integral que involucra valores y conocimiento, mientras que el dinero y lo material según ella “hay que ponerlos en su justa dimensión”.
De ahí que mientras unos ven al Chocó como un sitio al que no se debe ir ni en pesadillas, Josefina Klinger se ha encargado de exaltar la belleza de lugares únicos como Nuquí, Utria y Bahia Solano que quedan en ese inhóspito y recóndito lugar. 
A través de la Corporación ‘Mano Cambiada’ pescadores, artesanos, transportadores, posaderos, restauranteros, guías y visitantes ´cambian mano´, aprenden unos de otros e intercambian conocimientos, saberes y servicios. Ella ha logrado una experiencia única, con amplio sentido social y sostenible para una región por la que nadie da un peso.
A pesar de haber obtenido múltiples reconocimientos, el más reciente de ellos la Mujer Cafam 2015, y de tener a cuestas una impresionante labor digna de ser mostrada y replicada alrededor del mundo. Esta mujer continúa discretamente con su labor.
Por eso más allá de recabar y gastar tiempo y dinero en investigar si ‘Pedro Perez’ es familiar o no de un expresidente, deberíamos hacer todo ese despliegue para dar a conocer a todas las ‘Josefinas’ alrededor de Colombia que si tendrían todo el derecho de preguntar ¿por qué usted no sabe quién soy yo?