A pesar de la estandarización y del control de indicadores en la producción, la Fábrica de Revistas está en capacidad de mantener una identidad propia para cada uno de sus productos.

Responsabilidad como medio

Caso Fábrica de revistas

Publicaciones Semana se ha convertido en líder en la edición de revistas corporativas a nivel nacional y regional, lo cual es una interesante veta de negocios que contribuye con el posicionamiento y la diversificación de la Compañía.

Mauricio Sojo
4 de octubre de 2012

A la unidad de producción de contenidos para terceros de Publicaciones Semana se le llama informalmente la Fábrica de Revistas y aunque en el contexto editorial tradicional esto podría cargar una connotación negativa, ocurre todo lo contrario. Tal sobrenombre, que a fuerza de uso se ha vuelto oficial, surge del hecho de que esta unidad se ha apropiado de las mejores prácticas tanto de la industria como de la artesanía, y conseguido una operación efectiva y eficiente en términos de tiempos, costos y relación con sus públicos.

Esta unidad les ofrece a otras compañías el conocimiento que SEMANA posee de la industria editorial. Y este conocimiento les permite a dichas empresas desarrollar estrategias de comunicación o mercadeo a través de revistas, boletines, álbumes y diferentes piezas, ya sea en plataformas de papel o digitales. Por lo general, los clientes de esta unidad, varios de ellos incluidos en los 10 primeros lugares del ranking ‘5.000 empresas’ de la revista Dinero, esperan de sus proveedores patrones muy altos de cumplimiento, estandarización y calidad. Son empresas acostumbradas a comprar, por ejemplo, turbinas para aviones o diamantes (como es el caso de Avianca y Sterling, respectivamente, dos clientes actuales) y, en consecuencia, exigen los mismos parámetros al adquirir los productos de la Fábrica de Revistas.

Todos los títulos editados por la Fábrica de Revistas se producen siguiendo siempre etapas de manufactura unificadas, de cuya ejecución se deja registro y que tienen un responsable específico. Este proceso es en parte similar al que se cursa en la producción editorial tradicional, pero se diferencia de la misma por contar con una gran variedad de etapas de control de calidad cruzada y por la participación activa de los clientes en comités, revisiones, y en la aprobación del contenido.

Con el fin de estandarizar la calidad y ser evaluados por los clientes de una manera objetiva, en la Fábrica de Revistas se utiliza el Índice de Calidad Editorial (ICE), gracias al cual se logró calificar los errores publicados en función de su naturaleza y su relevancia, y definir así un estándar. De esta manera es posible garantizar la integridad de los productos de la Fábrica de Revistas en términos objetivos y estadísticos, y además, en caso de que se llegase a presentar un fallo, se puede detectar la etapa exacta en la que se originó, para hacer efectivas las correcciones necesarias.

Con el fin de optimizar la eficiencia de la operación, en la Fábrica de Revistas se definieron diversos indicadores que ayudan no solo a controlar los tiempos de ejecución y los costos de producción, sino también, en el plano humano, a equilibrar las cargas de trabajo del equipo. Por ejemplo, se lleva un análisis mes a mes de la cantidad de caracteres, páginas editoriales, páginas comerciales y ediciones; así como también de las compras a proveedores externos de redacción, fotografía y material gráfico; del tiempo de servicio a las diferentes cuentas y del equilibrio entre contenido gráfico y contenido
editorial de cada página.

Gracias a este estricto control de los indicadores se logra una mayor eficiencia de los recursos y se garantiza que los colaboradores no excedan su capa los rangos óptimos y que los costos por página se mantengan en niveles adecuados para la rentabilidad del negocio. A pesar de la estandarización y del control de indicadores en la producción, la Fábrica de Revistas está en capacidad de mantener una identidad propia para cada uno de sus productos, y esa es una virtud aprendida de la artesanía.

Con una veintena de títulos editados regularmente, uno de los retos más exigentes es conseguir diferenciarlos y producir cada uno a la medida de las necesidades de los clientes. Para lograrlo, la Fábrica asesora a sus clientes en la estructuración editorial, comercial y de distribución de sus productos para lograr la mayor efectividad en el mensaje, en la inversión y en el canal.

El resultado es un portafolio editorial de comprobada calidad, de gran utilidad para que se cumplan los objetivos de los clientes, eficiente como plataforma publicitaria para los anunciantes y –no menos
importante– entretenido e interesante para los lectores. Una de las principales fortalezas que encuentran los clientes en el trabajo de la Fábrica de Revistas es que su información institucional se traduce periodísticamente, lo cual permite presentarla en plataformas múltiples con diseños y recursos gráficos atractivos e innovadores, lo que la hace relevante, útil y entretenida para los lectores.

Durante 2010 la Fábrica de Revistas mantuvo un alto ritmo de producción, y de ello dan cuenta los indicadores: casi 6,9 millones de caracteres publicados, 7.124 páginas editoriales (210% más que en 2009) y 103 ediciones (187% más que en 2009). Por otra parte, la revista de a bordo de Avianca –Avianca en revista–, única del portafolio de esta unidad que participa en el Estudio General de Medios, mantuvo 350.000 lectores durant el año, lo que confirma la aprobación de los usuarios. +

Además Avianca tiene un equipo especializado de redactores. Los engranajes de la Fábrica no se detienen. El negocio de las revistas para terceros (custom publishing) ha crecido en el mundo a una tasa mayor que el resto del segmento editorial, y el comportamiento en Colombia sigue el mismo patrón.

Por otra parte, la Fábrica de Revistas ha comenzado a conocer y ofrecer nuevas tecnologías, como los dispositivos móviles, que plantean diferentes posibilidades a los clientes para relacionarse con sus públicos. Publicaciones Semana encontró una veta de negocios muy promisoria en el desarrollo de contenido para terceros, y el reto ahora es explotarla eficientemente
a través de la Fábrica de Revistas.                                                              

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