Actualmente, ShaoLan vive en Londres y su nuevo reto consiste en hacer este forma de aprendizaje rentable. | Foto: Tomado de Chineasy

Educación

Ya no hay muralla para hablar chino

Chineasy se ha convertido en una herramienta revolucionaria para aprender este idioma. A partir de 8 caracteres básicos se puede construir todo el lenguaje.

24 de febrero de 2014

El abecedario que utilizamos todos los días tiene 27 letras, eso si se tiene en cuenta que la “ch” y la “ll” ya no hacen parte del alfabeto tradicional. Mientras  tanto, el chino tiene entre 2000 y 3000 caracteres,  que son necesarios memorizar para formar las primeras frases coherentes como: Mi mamá me mima.

Esta muralla impenetrable del idioma se convirtió en el reto de ShaoLan Hsueh, hija de un calígrafo, quien desde hace varios años tenía una pregunta en su cabeza: ¿es posible que aprender chino sea fácil? De su experiencia como escritora y su trabajo en universidades como Oxford, ShaoLan se dio cuenta de que no es necesario aprender 2000 o 3000 caracteres, en realidad el chino parte de 8 radicales básicos a partir de los cuales es posible construir el resto de palabras y frases, al mejor estilo de lego. 


Chineasy es el resultado de haber descifrado los caracteres chinos en imágenes, de fácil recordación. En otras palabras, el método detrás de esta forma de aprender  el idioma asiático, es la nemotecnia visual, donde un concepto es asociado con un hecho real o situación.  

De acuerdo con la revista académica Conexión, la nemotécnica es un método muy utilizado con los niños durante los primeros años de escuela, ya que en esta etapa de la vida es complejo asociar un concepto sin una referencia en el mundo real, es decir, el niño o niña necesita que lo que se le esté enseñando pueda ser asociado a algo que él haya visto o le sea conocido.  Por ejemplo, si se le habla de familia, el menor hará un vínculo entre lo que le dice su profesor y la imagen de familia que él ha vivido o reconoce. 

Bajo este concepto Chineasy lo que busca es volver a la base del aprendizaje, aplicado a la enseñanza de un idioma tan sofisticado como el chino. Además, si se tiene en cuenta que 1200 millones de personas en el mundo hablan este idioma, según My Oxford english, hay otro incentivo para aprender.