El ocelote al parecer fue atacado por un habitante de la zona rural del corregimiento de Campoalegra. Foto: Imagen de referencia CAR

FAUNA

Investigan presunta caza de un ocelote en Yacopí, Cundinamarca

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca recibió registros fotográficos que muestran a un hombre que exhibe el cuerpo de un ocelote (Leopardus pardalis), presuntamente muerto. La autoridad ambiental investiga el hecho.

26 de octubre de 2020

La violencia contra los animales no para. Cada día se conocen casos que evidencian que diversas especies son víctimas de esta práctica que se ha vuelto más común de lo que se cree. Esta vez fue un ocelote (Leopardus pardalis) el que cayó en manos de una persona que lo atacó, en el corregimiento de Campoalegre, del municipio de Yacopí, en Cundinamarca. 

De acuerdo con información dada a conocer por la Corporación Autónoma Regional (CAR), la entidad recibió una denuncia por la presunta caza de este ejemplar, frente a la cual un equipo técnico logró establecer la identidad del presunto infractor e inició las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos y determinar si hay responsabilidad en este supuesto acto contra la fauna silvestre del territorio.

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Sobre este caso, el director de la regional de la CAR en Rionegro, Alejandro Fiquitiva Casallas, indicó que en el municipio de Yacopí se han presentado quejas por la caza de todo tipo de animales; sin embargo, advirtió sobre las dificultades para llegar a concretar sanciones debido a la ausencia de material probatorio.

Los ocelotes sufren constantes ataques por parte de habitantes de zonas rurales del pais. Foto: Imagen de referencia CAR

Precisó que luego de que los funcionarios registraron la visita técnica en compañía de miembros de la Policía se logró ubicar la vivienda de la persona que aparece en las fotos con el animal, sin embargo, este ciudadano se encontraba en el lugar. Dijo además, que horas más tarde lograron sostener comunicación con esta persona la cual negó que haya sido causante de la muerte del animal, y también negó saber quién pudo haber cometido el hecho. 

No obstante, el directivo sostuvo que luego de la visita realizarán el informe técnico con la información recopilada, el cual permitirá determinar las acciones administrativas, ambientales y judiciales a las que haya lugar. 

La caza de fauna silvestre es una infracción al Código Nacional de Recursos Naturales y se castiga con sanciones administrativas como multas o cierres de establecimientos; sin embargo, esta actividad también está incluida dentro del código penal, en cuyo caso, el responsable podrá enfrentar sanciones privativas de la libertad.

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“La caza es una actividad cruel para los animales y dañina para los ecosistemas; en algunos casos los perezosos, por ejemplo, son usados para emplear su piel en tapetes o maletas o para consumir sus uñas molidas como falso remedio, y sus crías son abandonadas cuando no les encuentran utilidad”, manifestó Fiquitiva.

Mientras se investiga el caso por esta presunta caza en la región del Rionegro y se esclarecen los hechos, la CAR hace un llamado a la comunidad para tener conciencia del daño que se hace al ambiente, a las futuras generaciones con la caza de animales silvestres e invita a denunciar estos hechos ante las autoridades competentes y alertar sobre presencia de fauna silvestre en sus territorios.

El ejemplar se salvaguardó en una vivienda rural del municipio de Nariño. Foto: CAR

Hace apenas unos días se conoció también la historia de otro ocelote que logró huir de unos perros y resguardarse en una vivienda rural en el municipio de Nariño. Gracias al aviso de la comunidad, la entidad ambiental recurrió a su rescate para trasladarlo a nuestro CAV de Fauna donde fue valorado. 

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El tráfico ilegal de fauna es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad, no solo en Colombia sino en el mundo entero. Cazar a los animales silvestres con el fin de comercializarlos, domesticarlos o comerlos, es una de las prácticas más recurrentes en el país que amenaza con acabar especies animales. 

En 2020, por ejemplo, ha aumentado sustancialmente el tráfico de fauna a nivel nacional frente a 2019. Solo entre enero y mayo de este año las 37 corporaciones autónomas regionales han rescatado 13.248 animales, lo que representa el 70 por ciento de los ejemplares recuperados en todo el año anterior.