Los abejorros grandes, quienes tienen la capacidad de transportar más carga, son más exigentes con las flores de las que extraen el néctar. Foto: Getty. | Foto: Getty

ABEJAS

Tamaño de un abejorro, clave en su habilidad para encontrar las mejores flores

De acuerdo con un estudio, los especímenes más grandes de estos polinizadores son más exigentes con las flores de las que extraen su néctar por lo que se esfuerzan más por encontrar las que tienen mejor carga.

5 de enero de 2021

Estos polinizadores natos, de color negro y velludos, con bandas amarillas, blancas o en algunos casos naranja, dedican parte de su tiempo para aprendar la ubicación de las mejores flores, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Exeter de Reino Unido. 

De acuerdo con el estudio, los abejorros grandes, que tienen la capacidad de transportar más carga, son más exigentes con las flores de las que extraen el néctar, por lo que se esfuerzan más por encontrarlas.

Por su parte, los abejorros más pequeños, que tienen un rango de vuelo más corto y menor capacidad de carga, no prestan atención a las flores con el néctar más rico.

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Para llegar a estas conclusiones, los científicos examinaron y analizaron los “vuelos de aprendizaje” que son llevados a cabo por las abejas una vez dejan las flores, partiendo de la idea que los abejorros también los realizan, mirando continuamente hacia atrás para memorizar la ubicación de una flor.

"Puede que no se sepa ampliamente que los insectos polinizadores aprenden y desarrollan preferencias florales individuales, pero de hecho los abejorros son selectivos", explicó Natalie Hempel de Ibarra, profesora asociada del Centro de Investigación en Comportamiento Animal de Exeter. Así, al dejar una flor, estos voladores deciden cuánto esfuerzo van a dedicar para memorizar su ubicación.

Los abejorros más pequeños, que tienen un rango de vuelo más corto y menor capacidad de carga, no prestan atención a las flores con el néctar más rico. Foto: DW. 

Durante el estudio, las abejas cautivas, que fueron observadas en invernaderos en el campus de la institución educativa, visitaron flores artificiales que contenían azúcar en concentraciones variadas. 

Así, cuanto más grande era la abeja, más variaba su comportamiento, dependiendo directamente del contenido de la solución azucarada. 

Las abejas de menor tamaño invirtieron, sin distinción de la cantidad de concentración de azúcar, el mismo esfuerzo para aprender la ubicación de las flores. 

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Estas diferencias entre las abejas reflejan los roles diferenciados que estas cumplen en sus colonias, de acuerdo con el profesor Hempel de Ibarra.

"Los abejorros grandes pueden transportar cargas más grandes y explorar más lejos del nido que los más pequeños. Los pequeños no pueden permitirse ser tan selectivos, por lo que aceptan una gama más amplia de flores. Estos tienden a involucrarse más en las tareas dentro del nido, solo salen a buscar alimento si los suministros de alimentos en la colonia se están agotando", explicó Ibarra. 

Este estudio se dio a conocer en un momento en el que la población de abejorros ha disminuido de forma considerable en América del Norte, Europa y Asia. 

De acuerdo con diversos análisis, esta preocupante situación podría estar relacionada con el cambio climático, pues según señaló un grupo de científicos de la Universidad de Ottawa (Canadá), las altas temperaturas pueden llegar a ser intolerables para las abejas, arriesgando, de esta forma, a sus colonias y supervivencia. 

“Nuestros resultados muestran que nos enfrentamos a un futuro con muchos menos abejorros y mucha menos diversidad, tanto al aire libre como en nuestros platos”, advirtió Peter Soroye, estudiante de doctorado en biología en la Universidad de Ottawa y coautor del estudio. 

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“Ahora hemos entrado en el sexto evento de extinción masiva del mundo, la mayor y más rápida crisis de biodiversidad global desde que un meteoro terminó con la era de los dinosaurios. Si la disminución continúa a este ritmo, muchas de estas especies podrían desaparecer para siempre en unas pocas décadas”, explicó Soroye.

Estas afirmaciones resultan preocupantes, pues las abejas y los abejorros cumplen una función muy importante en el ecosistema. 

Foto: DW

A manera de ejemplo y como se explica en el estudio, los abejorros son “los mejores polinizadores en paisajes silvestres y los polinizadores más efectivos para cultivos como tomate, calabaza y bayas”. Debido a su robusticidad, al llegar a una flor, realizan la polinización por zumbido. Es decir, al aterrizar en la flor, zumban, la sacuden y eliminan el polen “en cantidades que las plantas y los cultivos necesitan”.