Las Naciones Unidas han sido conscientes de esta problemática y a través del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) propende para que los países tengan a mano la mayor información posible para emprender programas que eviten un desmedido crecimiento demográfico.
Según la ONU, el rápido crecimiento de la huella humana en un planeta tiene serias consecuencias en casi todos los aspectos de la vida: cuestiones relacionadas con la salud y el envejecimiento, migraciones masivas y la urbanización, la demanda de vivienda y la insuficiencia de alimentos, el acceso a agua potable y muchas otras.
Además, agrava problemas existentes, como la delincuencia internacional, la interdependencia económica, el cambio climático, la propagación de enfermedades, y cuestiones sociales como la igualdad de género, la salud reproductiva, la maternidad sin riesgo, los derechos humanos y las situaciones de emergencia, entre otras muchas.