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El mundo todavía no olvida las imágenes de animales bañados en petróleo.

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Nadie le cree a BP

La petrolera publicó en varios medios que las compensaciones en el golfo de México estaban siendo mal repartidas.

28 de agosto de 2013

A finales de junio de 2013 la  megapetrolera  sorprendió a los lectores estadounidenses y del mundo con un aviso de página entera en   varios diarios estadounidenses alegando  que los negocios norteamericanos habían sido las verdaderas víctimas del derrame del Golfo de México.

Esta acusación, sin embargo, parecía un sinsentido  si se tiene en cuenta que la misma petrolera  revisó y aceptó los términos de la indemnización. Así mismo,  la fecha en la que fue publicado el aviso distaba de ser casual: el 26 de junio a tan solo 13 días de la audiencia  de apelación que iba a evaluar si  había algo de cierto en los reclamos de BP.

Cuando llegó el 8 de julio, día de la audiencia,  los tres jurados del quinto circuito de apelación de estados unidos  de Nueva Orleáns vieron con ojos escépticos los alegatos de la petrolera.  Esta impresión se intensificó cuando el juez James Dennis le preguntó al representante legal de BP, Theodore Olson, porqué la compañía creía que la corte de apelaciones tenía alguna jurisdicción sobre la forma en que el acuerda estaba siendo interpretado.

Dennis le respondió a BP que, de ninguna manera, la corte de apelaciones puede alterar un acuerdo que fue aceptado y firmado por todos los interesados hace varios meses: “El acuerdo define qué es una pérdida de ganancias y ustedes [BP] han tenido más de una oportunidad para decir que no estaban de acuerdo. ¿Cómo pretenden que vayamos más allá de lo que ya han firmado?”.

Para finalizar el tema otra de los jueces, Edith Brown, dijo que con respecto a la petición masiva de indemnizaciones, BP sabía que iba a ser así. “BP entendió que había destruido cualquier tipo de negocio medioambiental en el golfo”.

Soldado advertido...

Como si este escarmiento fuera poco BP lo ha hecho de nuevo. Esta semana publicó  otro aviso en The New York Times, The Washington Post y The Wallstreet Journal  en el que se aclaraba que las indemnizaciones que la organización ha venido pagando a  los damnificados por el derrame en el Golfo de México estaban siendo mal asignadas.

Con un inmenso: “This isn´t the settlement we agreed to” (este no es el arreglo que acordamos, en español) el aviso decía, en unos cuantos párrafos, que la compañía había gastado US$ 14 billones en reparaciones y reclamaban que el dinero estaba siendo entregado a negocios que no se habían visto afectados por el derrame.

Días después los representantes de la agrupación alegaron en  entrevistas con Reuters que Patyrick Juneau, representante legal de los afectados por el derrame, estaba interpretando los acuerdos a los que habían llegado en 2010 con más amplitud de lo que debía.


El número de reclamos de indemnización, según la compañía, ha subido un 18 por ciento en los últimos seis meses y ha llegado a un total de: 195.403. Los desembolsos para ayudar a las víctimas del derrame comenzaron a hacerse este año y se recibirán reclamos hasta abril de 2014.

Este incremento, sin embargo, sucedió cuando varios abogados se acercaron a los habitantes de la región y  los invitaron a quejarse por el derrame que dejó 11 muertos, 6.500 kilómetros cuadrados afectados, ocho parques nacionales de estados unidos amenazados por la mancha, además de alrededor de 400 especies, entre ellas algunas ya en peligro de extinción.

Para la compañía esta estrategia es importante ya que los costos han sido millonarios y podrían seguir subiendo: Después de la fuga en 2010 BP destinó US$ 42.2 billones  a limpiar la zona, pagar multas y compensaciones. Así mismo, por la naturaleza de este desastre, muchos de los pagos son personales por lo que la compañía nunca volverá a ver el dinero.

En abril de 2013  BP añadió US$500 millones a este ‘fondo’, pero no va a ser suficiente.;  a la organización le quedan  US$ 1.7 billones en este momento. Cuando  se acaben,  la petrolera ha dicho públicamente que deberá  sacar el dinero de las indemnizaciones de su ganancia neta.

Todo parece indicar que el capítulo de BP en el golfo no ha terminado y, si las cosas siguen como van, que pronto empezará a tener que meter la mano en su bolsillo más delicado para pagar, así no quiera, a todos los que lo reclamen.