40 proyectos mineros fueron declarados de ‘interés nacional’

Según la resolución 000592, emitida el 19 de junio de 2013,  40 títulos mineros otorgados a diferentes megamineras entre las que pueden contarse Cerrejón, Drummond, Cerro Matoso, Eco Oro, Cosigo Frontier Mining Corp y Anglo Gold Ashhanti fueron declarados  por el ente regulador minero, la Agencia Nacional Minera (ANM), como proyectos de interés nacional.

Esta  resolución llega como una decisión controvertida ya que, aunque pasó desapercibida casi un mes, fue publicada una semana antes que el decreto 1374, firmado por el Ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministro de Minas y Energía, que blindó de procesos de exploración y extracción minera las zonas reconocidas como de protección y de reserva natural, y que tuvo una agria acogida por parte de los gremios representantes de las megamineras.

Esto parece indicar que hay una falla entre ambos entes ya que varios de los proyectos aprobados por la ANM caen en zonas protegidas en el mapa de exclusión presentado por MinAmbiente el 29 de junio de este año, un día después de firmado el decreto.

¿Qué es una zona de ‘interés nacional’?

En todo este debate entre mineros y ambientalistas hay una pregunta generalizada y  es cómo se determina que una zona es o no de interés nacional.

Según lo establecido en el mismo decreto, para que un proyecto minero pueda ser declarado de interés nacional debe cumplir al menos con uno de los siguientes criterios:

Tener algún nivel de producción del mineral  debido al cual se pidió la concesión del título; Tener la capacidad tecnológica, operativa, económica y financiera para desarrollar el proyecto; tener una producción prioritaria para mercados internacionales; Generar recursos económicos para el estado y para las regiones donde está ubicada la operación del proyecto;  considerar el impacto ambiental del proyecto; considerar el impacto socioeconómico y  aportar volúmenes importantes de materia prima mineral que contribuyan al desarrollo de la industria en el país.

Lo que dejan claro estos criterios de selección de  los proyectos de interés nacional es que  es sumamente fácil cumplir al menos con uno y, por ende, entrar a ser parte de esta beneficiada categoría que permite explorar en zonas de reserva o, incluso,  excluidas por MinAmbiente.

Dos proyectos de ‘interés nacional’ muy poco interesantes

Al mirar la lista de los 40 proyectos declarados por la ANM hay dos que saltan a la vista por los lugares en los que están y las compañías que tienen el título: El de oro, plata y demás concesibles entregado a Eco Oro Minerals Corp, antes Grey Star, en Santander con el contrato número 3452 y el  de minerales de Oro  entregado a Cosigo Frontier Mining Corp en el Vaupés.

El problema con estos títulos es que el primero, de Eco Oro, queda en la  controvertida zona del páramo de Santurbán y el segundo, de Cosigo Forniter, en plena Amazonía colombiana.

Al preguntarle al asesor jurídico de la ANM, Juan Alberto Londoño,  por estos proyectos afirmó que ninguno va en contra del decreto de Minambiente y Minminas, ya que  primero van a verificar si estos cumplen con las licencias ambientales necesarias.

Sobre el caso específico de Eco Oro Londoño dijo: “El  mapa de zonas excluidas de  MinAmbiente está a escala 1:250.000 y tiene que estar a escala 1:25.000. Cuando el mapa esté a esa esa escala uno supone que el páramo no será tan grande y quedará un área donde se podrá hacer minería”.

En el caso de Cosigo Frontier en el Vaupés amazónico, Londoño aceptó que aunque es un área de la Amazonía en la que  permite extraer minerales,  este caso específico  hay que mirarlo con lupa ya que  está claramente delimitado por MinAmbiente, sin importar la escala del mapa.

De lo  contrario, se hará realidad el tuit publicado hoy por Manuel Rodríguez, ex ministro de Medio Ambiente,  en el que, refiriéndose a este decreto de la ANM, decía: “Bye Bye a la selva amazónica: Cosigo Frontier Mining Corporation, en el Vaupés, fue declarado como proyecto minero (oro) de interés nacional”.

Este decreto abre un nuevo capítulo en la lucha entre mineros y ambientalista. Queda por ver cómo van a ser tratados estos nuevos proyectos  y si las decisiones de cada ente regulador no van a chocar.