CONSUMO RESPONSABLE
Siete ingredientes que nunca debería comer
Esta es una lista de componentes presentes en muchos alimentos que tienen consecuencias nocivas para el cuerpo humano.

Parece obvio, pero solo hasta hace algunos años se volvió obligatorio que todas las comidas tuvieran una lista de ingredientes al respaldo para que el consumidor supiera qué estaba ingiriendo. Esto hizo que las compañías se vieran en la obligación de ser más transparentes en cuanto a sus procesos.
Esto, sin embargo, no cambió nada ya que lo que hicieron las marcas fue ‘esconder’ estas sustancias en letras diminutas e ilegibles y con abreviaciones que ningún consumidor conoce. (Vea: Cómo hacer mercado de forma ecológica)
Por esta razón Semana Sostenible se dio a la tarea de encontrar 7 de estos ingredientes.
1. El aspartame
Es el principal endulzante de muchas comidas que dicen ser dietéticas o bajas en grasa. Esta, sin embargo, lleno de fenialanina. Una neurotoxina que, para muchos científicos, puede alterar las funciones del cerebro, causar cambio en el comportamiento en personas adultas y hasta ser el responsable de problemas de retraso mental en bebés cuyas madres han consumido alimentos que incluyan este ingrediente. Aparte de todo esto, tiene efectos secundarios entre los que están: dolores de cabeza, convulsiones, problemas menstruales y problemas gastrointestinales.
2. BHA y BHT
Estos dos químicos son similares y se usan para evitar que las comidas que tienen aceite se dañen. El problema es que, aparte de cumplir con este noble trabajo, son cancerígenos. Esto se ha comprobado con pruebas de laboratorio que han mostrado resultados aterradores: al incluir estos ingredientes en la dieta de ratones y hámsters, todos terminaron desarrollando algún tipo de cáncer.
3. Colorantes
Su propósito lo cumplen a cabalidad: hacer la comida más atractiva. Su problema es mucho menos reconocido y es que también son cancerígenos. Se ha comprobado que los distintos colorantes tienen distintas consecuencias, por ejemplo: El Rojo No. 3 causa tumores y el Rojo No. 40 junto con el Amarillo No. 6 causan comportamientos agresivos en niños.
4. Proteínas vegetales hidrolizadas
Este tipo de proteínas son sintéticas es decir, no provienen de la naturaleza y su labor es darle un mejor sabor a ciertos alimentos. El problema es que contienen glutamato monosódico o GMS, un aditivo que ha sido denunciado por consumidores y medios yau qe es causante de migrañas, problemas cardíacos, enfermedades mentales y problemas de los riñones. (Vea: Después de seis años esta hamburguesa de McDonalds sigue intacta)
5. Parabenos
Este aditivo es un preservativo sintético que se encuentra usualmente en cosméticos, pero que también está presente en comidas como pan, pasteles, y carnes procesadas. Diseñado para inhibir el crecimiento de moho, tienen un problema no tan pequeño: se ha comprobado que generan desórdenes hormonales en mujeres y hombres que pueden llegar a causar enfermedades tan graves como cáncer de seno.
6. Aceite parcialmente hidrogenado
Le han dado un nombre más sofisticado, y críptico, pero lo que realmente es este aceite es nada más y nada menos que las temidas grasas ‘trans’. Estas grasas son las responsables de tapar arterias, subir el colesterol e, incluso, causar infartos. Es por esto que les han cambiado el nombre miles de veces y este es el más reciente. El problema es que las marcas pueden no incluirlas en la etiqueta si el producto contiene menos de medio gramo. Esto no quiere decir que no sean peligrosas ya que su consumo constante puede ser fatal.
7. Nitritos
Si se deja un pedazo de carne a temperatura ambiente tardará muy poco en volverse incomible. Para resolver esto se crearon la refrigeración y los nitritos. Al añadirle una capa gruesa de nitritos a la carne esta se conserva por más tiempo y se ve más saludable y fresca (si descontamos el colorante rojo usado en muchas carnes). El problema con este aditivo es lo que pasa cuando es consumido habitualmente por seres humanos. No solo generan migrañas y mareos sino que son una de las primeras causas de tumores cancerígenos.