Fotos cortesía: Matt Roper

CIENCIA

La ‘serpiente pene’, una rara especie anfibia

Una criatura descubierta en el 2013 por ingenieros que construían una represa en la Amazonía es un tipo de cecilia, un anfibio sin miembros que se asemeja a una lombriz de tierra o, según algunos van notando, una parte de la anatomía masculina.

2 de mayo de 2017

Por: Rhett Butler / MongabayLatam

Una criatura descubierta por ingenieros que construían una represa en la Amazonía es un tipo de cecilia, un anfibio sin miembros que se asemeja a una lombriz de tierra o, según algunos van notando, una parte de la anatomía masculina.

El animal fue descubierto mientras se drenaba una porción del Río Madeira — uno de los principales afluentes del Amazonas — para un proyecto hidroeléctrico controversial. Se encontraron seis individuos según el biólogo Julian Tupan, quien identificó la especie como Atretochoana eiselti.

Le puede interesar: Animales que parecen sacados de la ciencia ficción

No se sabe mucho más de la especie aunque se la cree acuática y sin pulmones, por lo que más bien respira por su piel. Se han encontrado otros individuos cerca a la desembocadura del Amazonas, a más de 2.500 kilómetros de distancia. Las cecilias son característicamente depredadoras, se alimentan de peces pequeños, de lombrices y de otros invertebrados acuáticos. Tienen pésima visión y navegan principalmente con ayuda del olfato.

Atretochoana eiselti, de 75 centímetros de longitud, es la cecilia más grande que se conoce. La especie de cecilia que le sigue en tamaño tiene menos de la mitad de esta longitud.

No se conoce el estado de la población de Atretochoana eiseltipero el área en el que hace poco se la descubrió no tardará en verse afectada por la Represa Santo Antonio cerca a Porto Velho en Rondônia.

Vea también: La insólita reacción de un gato frente a la pelea de dos ratas

Ambientalistas que critican el proyecto y hacen notar que anegará el bosque tropical húmedo y que requerirá desclasificar una sección del parque nacional. Brasil está actualmente en plena ola de construcción de represas en la Amazonía, y tiene proyectadas 30 represas hasta 2020. Los ecologistas advierten que es posible que la actividad de construir represas afecte la migración de peces y los flujos de nutriente a través de la cuenca amazónica.