The London Underline, busca que el subterraneo pase de ser un lugar húmedo y sin vida a ser el punto de encuentro de los habitantes de Londres. | Foto: The London Underline

MUNDO

Ciclovías y pasos peatonales subterráneos para mejorar la movilidad

Londres estudia dar un mejor uso a las líneas de metro abandonadas para suplir la demanda de transporte en la ciudad.

9 de febrero de 2015

Más allá de lo que puedan evocar lugares como Piccadilly Circus, el Big Ben o el ampliamente debatido London Eye; el metro en Londres o ‘London Underground' es uno de esos lugares que se encuentran en el imaginario de las personas como uno de los referentes de la capital inglesa. 

El ser el sistema de transporte de este tipo más antiguo del mundo, junto a su servicio como refugio antiaéreo ante los devastadores ataques de la Luftwaffe alemana durante la segunda guerra. Lograron que cada uno de los cambios que ha sufrido la ciudad se hayan hecho teniendo como referente el famoso metro o ‘Tube’ para favorecer la movilidad.

Y es que precisamente la movilidad es lo que más preocupa a las autoridades inglesas que calculan que para el 2025 las necesidades de transporte aumentarán en un 50 por ciento y que la demanda energética para el sector del transporte aumentará en un 20 por ciento.

Ante dicho panorama la empresa de arquitectura Gensler presentó el proyecto “London Underline”, que busca convertir los túneles abandonados o no usados de la red subterránea del metro de Londres en ciclovías y pasos peatonales que generarían su propia energía. Para tal fin se utilizaría la tecnología que se ha implantado en algunas ciclorutas de Holanda que permite que unas baldosas especiales capturen la energía cinética de las pisadas de los peatones y las bicicletas. (Vea: La cicloruta de energía solar inspirada en Van Gogh)


"Londres tiene una población en constante crecimiento y esto ha generado una gran presión en la infraestructura. Por eso pensamos que utilizar los túneles abandonados tiene bastante sentido”, explica Ian Mulcahey, codirector de Gensler en Londres. El proyecto también plantea la implementación de cafés y tiendas para que los londinenses hagan del subterráneo un punto de encuentro y de descanso de la metrópoli.

El proyecto todavía no tiene una fecha definida, sin embargo, es un gran concepto de cómo puede adaptarse la infraestructura existente para las necesidades futuras sin gastar recursos en la construcción de nuevos espacios. Al traer a la vida estos lugares olvidados las autoridades lograrían mejorar la calidad de vida en una de las ciudades con mayores problemas de hacinamiento y crecimiento demográfico de Europa.