Proyectos de ley para etiquetado de huevos y para ponerle fin a la exportación de animales vivos. Foto: Andrea Padilla, concejal de Bogotá. / Luis Carlos Sarmiento, Animals International | Foto: Andrea Padilla y Luis Carlos Sarmiento / Animals International

PROTECCIÓN ANIMAL

Radican dos proyectos de protección animal en el Congreso

Uno de ellos, en el Senado, busca el etiquetado de huevos para que las personas sepan cómo criaron a las gallinas. El otro, en la Cámara, quiere ponerle fin a la exportación marítima de animales vivos.

21 de julio de 2020

Si bien aún no son considerados sujetos de derechos y todavía falta un largo trecho por lograrlo, actualmente se adelantan varias iniciativas que buscan salvaguardar a los animales en Colombia. Tanto en el Senado como en la Cámara se presentaron dos proyectos de ley de protección animal. Uno de ellos pretende reglamentar el etiquetado de huevos en el país. El otro busca acabar con la exportación marítima de animales vivos. 

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El senador Juan Luis Castro y la concejal animalista de Bogotá, Andrea Padilla, ambos del partido Alianza Verde, se unieron con la organización Animales Latinoamérica para presentar el proyecto de etiquetado de huevos. La iniciativa quiere lograr que todos los vendedores de huevos estén obligados a informar a sus consumidores de dónde vienen los huevos que van a comprar. Si de gallinas criadas en jaulas, galpones o pastoreo, para que con esto el cliente pueda decidir si compra o no esos huevos. 

De acuerdo con el Censo Pecuario Nacional del Instituto Colombiano Agropecuario, el 95,4 por ciento de las aves en Colombia son explotadas en 1,3 por ciento de los predios en sistemas tecnificados, es decir, en jaulas o galpones. Además, 61.167.920 de aves censadas (30,3 por ciento) son para la producción de consumo humano o de postura, como se les conoce. No hay cifras que demuestren cuántas gallinas están en cada una de las modalidades de crianza: galpón, jaula o pastoreo, pero las cifras no dejan de ser alarmantes pues es evidente que no existe un control frente a la producción de huevos en Colombia y los consumidores no saben las condiciones de las gallinas.

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“En un año, contado a partir de la entrada en vigencia de la ley, los productores y comercializadores de huevos estarían obligados a informar cuál sistema de producción usaron, mediante una etiqueta frontal y visible”, expone el comunicado oficial. Asimismo, cualquier publicidad que hagan de los huevos deberá informar sobre el sistema de crianza de las gallinas y usar imágenes que no confundan al consumidor. Quien incumpla esta norma podría incurrir en una multa que puede llegar a ser de 10.000 salarios mínimos, que se usarán para beneficiar el sistema de pastoreo.

El objetivo de este proyecto es crear conciencia en los consumidores que, en caso de que el proyecto prosperase, podrán decidir qué huevos comprar teniendo en cuenta el sistema de crianza de la gallina. Además, esta dinámica ejercería presión en los comercializadores de huevos quienes ahora deberán garantizar que su producto viene de una gallina en buenas condiciones. A raíz de estas lamentables condiciones los huevos son de mala calidad, pero los consumidores no se dan ni por enterados de qué es lo que van a comer ni de dónde viene. 

Esta problemática no existe únicamente en Colombia. En promedio, el 52 por ciento de las gallinas de Europa viven enjauladas pero España y Polonia lideran la tabla. Según datos de 2019 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, más de 38 millones de gallinas viven hacinadas y en pésimas condiciones en el país ibérico. En Polonia, por su parte, cerca del 82 por ciento de las gallinas están enjauladas. Por fortuna, en el caso de Alemania, Austria, Suecia y Holanda, las cifras no superan el 10 por ciento.

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Para controlar esta situación la Unión Europea etiqueta los huevos en cuatro categorías: 0,1, 2 o 3 con el fin de que el consumidor sepa el tipo de crianza de las gallinas es ecológica, en el campo, galpones o jaulas. Sin embargo, la lucha por erradicar o minimizar sustancialmente el sistema de enjaulado sigue en marcha para el Viejo Mundo que cada vez le apuesta más a un desarrollo sostenible.

Este tipo de iniciativas son fundamentales para el país pues a través de ellas los productores empiezan a sentir las exigencias de los consumidores que cada vez piden más garantías a la hora de comprar un producto o servicio.

Por otro lado el representante a la Cámara Oswaldo Arcos, de Cambio Radical, y la concejal Padilla presentaron el otro proyecto de ley que busca proteger a los animales en Colombia. Bajo el lema ¡No más barcos de la muerte!, este busca acabar con la exportación marítima de animales vivos con fines de consumo, cría, levante, producción o engorde. 

“Luego de ver las atroces condiciones de estos animales nos sentamos con Luis Carlos Sarmiento, representante de Animals International en Latinoamérica y fundador de Animales Latinoamérica, para conversar y plantear una solución. Se la presentamos al senador Castro y al representante Arcos y los dos aceptaron la iniciativa para presentarlo como proyectos de ley en Senado y Cámara respectivamente”, dijo la concejal animalista Andrea Padilla. 

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En caso de que se apruebe, la ley entraría en vigencia el 1 de enero de 2024 para ponerle fin a la cruel práctica. Mientras eso pasa “las empresas navieras o exportadoras de animales vivos tendrían la obligación de cumplir con las recomendaciones de la Organización para la Sanidad Animal (OIE), en lo referente al bienestar de los animales, y las reglamentaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) y su convenio, para prevenir la contaminación por los buques (MARPOL). Además, dichas empresas tendrían que solicitar un certificado de sanidad y bienestar al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).”, detalla el proyecto. 

Según explicó la concejal Padilla, los dramas que esconde la exportación de animales son muy desconocidos, pocos saben realmente las condiciones en las que transportan a estos animales. “Es muy extraño porque es una industria visualmente muy grande, pero es un negocio que se hace tan minucioso que casi que pasa de agache. En una clase en la Universidad de los Andes invité a Luis Carlos quien me mostró las imágenes tan terribles de lo que pasa allí y dije ‘tenemos que hacer algo‘‘, contó Padilla. 

Aquellos que inclumplan alguna de estas especificaciones serán sancionados y deberán suspender inmediatamente la exportación de animales durante seis meses. 

“Organizaciones animalistas en Colombia y en el mundo han demostrado que los animales exportados vivos por vía marítima son sometidos a tratos crueles y degradantes durante su transporte a países de Oriente Medio. Colombia participa de esta actividad, con cargamentos de hasta 100 mil bovinos anuales a países como Egipto, Líbano, Iraq y Jordania”, explican los responsables del proyecto. 

Además, afirman que estos viajes pueden durar cerca de un mes y en los cuales viajan hasta 40.000 animales en condiciones deplorables como hacinamiento, asfixia, enfermedades, heridas y hasta muerte. “Sus excrementos pueden alcanzar hasta un metro de altura, lo que hace que los animales se cubren de sus propias heces. Incluso, que mueran ahogados o asfixiados por infecciones o por la contaminación del agua y la comida”, argumentan. 

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La situación es preocupante, además, porque muchas veces aprovechan este tipo de transporte para el narcotráfico. Para fimar la petición a favor del proyecto de las exportaciones haga clic aquí: https://bit.ly/30wNv4d

Ambos proyectos de ley son un nuevo paso en la lucha a favor de la protección de los animales en el país. No obstante, hay muchos que son escépticos frente al tema por lo cual muchos proyectos de esta índole han quedado en el limbo. “Es muy difícil que las iniciativas prosperen en el Congreso por tiempos y agenda, pues se priorizan temas del Gobierno o aquellos que son taquilleros. Lo bueno es que viene creciendo un sector de congresistas menos indiferentes a estos temas y cada vez tenemos más atención”, dijo Padilla. 

Por esta razón es que ella, junto con Sarmiento, de Animals International y Animales Latinoamérica, están encargados de mover las iniciativas por redes sociales para ejercer presión ciudadana y lograr que estos proyectos al menos se agenden e inicien.