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Tratamiento de residuos en Bangladesh. (FOto: WMI / N Palmer)

CIENCIA

¿Cómo aprovechar aguas residuales?

En todo el mundo, 1.800 millones de personas dependen de aguas contaminadas con heces. Analizamos una solución modelo para reciclar residuos y mejorar la salud pública en Bangladesh.

Alianza DW
24 de marzo de 2017

Los que tienen la suerte de tener agua corriente en casa no se molestan mucho en pensar sobre los complejos sistemas necesarios para hacer desaparecer el agua residual y para que el agua del grifo siempre sea potable. Sin embargo, 1.800 millones de personas en todo el mundo dependen de aguas contaminadas con heces. Una situación que causa, aproximadamente, unas  842.000 muertes anuales.

En nuestro planeta, únicamente el 20% de las aguas residuales se trata antes de volver a entrar en el ciclo hidrológico. Esto significa que las aguas contaminadas con productos industriales y agrícolas, agentes patógenos y otras sustancias nocivas vuelven a entrar en los hogares.

Sin embargo, la imagen de las aguas residuales tampoco debería ser tan mala. Con una gestión adecuada se puede convertir incluso en un recurso y generar beneficios económicos, ecológicos, sociales y para la salud pública.

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La lucha contra el lodo en Bangladesh

Bangladesh es uno de los lugares donde el problema es acuciante. “Actualmente no hay sistema organizado de gestión de lodos”, explica Soumya Balasubramanya, economista especializado en medio ambiente de la Asociación Internacional de Investigación Agrícola (CGIAR).Como en muchas otras partes del mundo, en Bangladesh se usan letrinas de pozo. “Cuando se llenan, o bien las vacían ellos mismos y vierten el lodo en los patios traseros, o contratan a alguien que lo haga por ellos”, aclara Balasubramanya a DW.

Estas prácticas al azar tienen consecuencias desastrosas que cuestan anualmente al país unos 4.200 millones de dólares. “Las pérdidas son, principalmente, en términos de salud”, revela Balasubramanya: “El lodo fecal no tratado hace que aumenten enfermedades que van desde la diarrea o disentería hasta otras más complejas”. Pero el experto participó como investigador en un estudio del CGIAR que podría ser una solución: tratar las aguas residuales y las heces mediante un nuevo sistema de eliminación que se ofrecerá a los hogares por una cuota mensual.

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¿Una suscripción para vaciar el pozo?

En lugar de pagar unos 13 dólares cada tres o cuatro años para que los desechos eliminados se conviertan en un peligro, con solo 0,31 dólares al mes podrían ser recogidos de forma segura y darles una buena utilidad. Así, el lodo podría ser transportado a una planta de tratamiento para ser transformado en biogás o compost.

El estudio recomienda aprovechar el compost para la agricultura comercial. Por ejemplo, para plantaciones de yute, caucho y otros productos no comestibles. Pero, además, el sistema reduce el riesgo que implican los lodos fecales para personas que viven cerca de vertederos o ríos, y reduce el daño ecológico.

Capitalizar los residuos

Este modelo de tratamiento podría generar también beneficios económicos. Al detener la propagación de enfermedades reduciría la carga para el sistema de salud. Además, los ingresos por las suscripciones y venta del compost permitirían a las empresas gestoras de aguas residuales acceder a mejores equipos para mejorar sus servicios. Por otra parte, crearía empleos en los nuevos negocios de recogida y plantas de tratamiento.

En Bangladesh, estas medidas necesarias para optimizar los residuos se comenzaron a aplicar hace pocos años. De hecho, las letrinas de pozo ya fueron un avance para millones de personas que antes incluso carecían de estas instalaciones básicas. El año pasado se fundó también el Comité Nacional de Gestión de Lodos. Y Balasubramanya espera que, si el comité sigue trabajando para mejorar la salud, este tipo de sistemas puedan ser implementados en los próximos años.