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Con tradiciones ancestrales, las mujeres de la Sierra buscan proteger su territorio del coronavirus. Foto: archivo | Foto: Pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta.

PANDEMIA

“Coronavirus no debe nombrarse más”: el llamado de las indígenas de la Sierra Nevada

Las sagas o mujeres sabias del pueblo wiwa les hicieron un llamado a los cuatro grupos indígenas de la Sierra para que no llamen a la enfermedad pronunciando su nombre y realicen pagamentos a los sitios sagrados con especies que tengan espinas.

18 de marzo de 2020

En la Sierra Nevada de Santa Marta, único ecosistema del Caribe colombiano con cumbres nevadas, habitan cerca de 60.000 indígenas de los grupos arhuacos o ikas, wiwas, koguis y kankuamos, etnias que con su sabiduría han protegido los recursos naturales desde siempre.

Por medio de un halo de conocimiento ancestral, liderado por las mujeres de estos grupos, la Sierra aún cuenta con más de 1.000 especies de animales, de las cuales 44 son únicas en el mundo, y una vegetación tan diversa que va desde los frailejones de páramo hasta inmensos árboles con hojas de mil colores del bosque seco tropical.

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Sin embargo, esta protección mística abarca mucho más allá del campo de la biodiversidad. A través de sus rituales y conexiones con la tierra, los ancestros de estos pueblos lograban espantar los malos espíritus al dejar de nombrarlos, un silencio perpetuo que los hacía inmunes a nuevas enfermedades.

Las mujeres de la Sierra aseguran que al no pronunciar el nombre de la enfermedad, su territorio estará protegido.  

Hoy, ante la pandemia del coronavirus, las mujeres de la Sierra quieren volver a aplicar este hechizo silencioso para evitar que el COVID-19 llegue a sus territorios sagrados. Edilma Loperema Plata, coordinadora de la mujer del grupo wiwa, fue la encargada de hacer un llamado a toda su comunidad.

“Es importante realizar unos trabajos unificados como pueblos indígenas para prevenir la enfermedad, la cual no debemos llamarla pronunciando su nombre ni divulgándola por redes sociales, porque en ese caso estaríamos trayendo la enfermedad a nuestros territorios”, cita una comunicación enviada a los grupos indígenas.

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Sumado a esto, Plata considera que es necesario hacer pagamentos a los sitios sagrados, llamados ezwamas, por medio de materiales que tengan espinas, como tuna, pichiwey, cardón, cacho de cabra, espuela de gallo, bejuco de iguana, ceiba y cactus, con salvedad de las plantas medicinales como limón, pomelo y mandarina. 

“Aunque cada grupo posee diferencias culturales, en vista de lo que actualmente está sucediendo en el mundo, agradezco que tengan en cuenta estas sugerencias y espero contar con su apoyo, que es importante para la protección del mundo”, concluye la coordinadora wiwa.

Mensajes de las sagas

Los indígenas de la Sierra Nevada, también llamados pueblos originarios, rigen sus usos, costumbres y tradiciones a una cosmología y cosmovisión cultural, principios naturales y a la ley de origen.

Las autoridades tradicionales, de edad avanzada y amplia sabiduría, son las encargadas de salvaguardar la pervivencia, armonía y equilibrio de la paz integral por medio de su conocimiento, trabajo que recae en los mamos (hombres) y sagas (mujeres). 

Mujeres wiwa de la Sierra lideran un trabajo ancestral para blindar al territorio del coronavirus.

Las sagas, mayoras o mujeres sabias del pueblo wiwa, luego de una reunión sostenida con la comisión de mujeres e integrantes (llamadas menas), decidieron aplicar todo ese conocimiento ancestral para evitar que a sus sitios sagrados llegue la pandemia por medio del silencio de la palabra coronavirus. 

Es de gran preocupación cuando la mayora expresa que es necesario unificar criterios desde el conocimiento y la sabiduría para proteger la integridad del ser indígena en todas su contextualización territorial, enfatizando que al hermanito menor debemos protegerlo por igual”, revela el texto construido por las mujeres indígenas.