La boyacense Yolanda González Hernández, nueva directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Foto: Prensa Ideam. | Foto: Ideam

ENTREVISTA

"Pondré la lupa en la erosión del suelo y la contaminación de las aguas": directora del Ideam

Además de la deforestación, a la nueva directora del Ideam le preocupan la desertificación, la calidad del agua y la salinización de los suelos.

18 de septiembre de 2018

*Por: Mongabay Latam

Yolanda González Hernández es la nueva directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), una entidad que juega un papel fundamental en temas como gestión de bosques, alertas de deforestación y cambio climático. Todas estas son problemáticas que cada día adquieren un mayor interés a nivel internacional.

González es la primera mujer en asumir la dirección de la entidad y tiene un perfil bastante técnico. Es ingeniera forestal, especialista en Sistemas de Información Geográfica y magíster en Ciencias de la Meteorología. Estudios que realizó en universidades públicas colombianas: la Distrital Francisco José de Caldas y la Nacional de Colombia.

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También ha realizado cursos en tecnologías en sensores remotos en Japón y cursos de pronósticos en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus iniciales en inglés) en Estados Unidos. “Pero el curso más importante es que soy campesina”, dijo esta boyacense. 

La nueva directora del Ideam lleva muchos años vinculada a la institución, pasando una larga temporada como funcionaria de planta y varios años como asesora externa.

En entrevista con Mongabay Latam, Yolanda González habla de los retos que enfrenta la institución, las altas tasas de deforestación en el país, la reducción del presupuesto, el papel de los institutos de investigación y el futuro de la ciencia en Colombia.

Los suelos, al estar inundados gran parte el año, hacen que lleguen una gran cantidad de aves migratorias. Foto: Rodrigo Durán Bahamón.

Las sabanas inundables de Cinaruco es una de las últimas áreas protegidas de Colombia. Foto: Rodrigo Durán Bahamón.

- ¿Cómo llegó a la dirección del Ideam?

Es una historia larga que trataré de resumir. Antes de graduarme de la universidad me fui a trabajar al Cauca con los indígenas paeces en sistemas agroforestales.

De ahí salí a las zonas de humedales en el Caribe con la recién creada Corpomojana y estando allá me enteré de una convocatoria en el Ideam en la que necesitaban ingenieros forestales.

Me presenté y gané el primer puesto. Entré a la subdirección de ecosistemas y empezamos a crear el sistema estadístico forestal y también fui desarrollando el modelo de incendios forestales para Colombia. Tiempo después hice la maestría en meteorología y terminé trabajando en la oficina de pronósticos y alertas del Ideam.

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Luego salí del Instituto, empecé a trabajar con Naciones Unidas, con el Programa Mundial de Alimentos en comunidades afro e indígenas.

También me desempeñé como docente de la Universidad Nacional en la Maestría en Meteorología. Pasados unos años volví como consultora en el modelo estadístico de umbrales para el modelo de deslizamientos y el mapa de ecosistemas de Colombia. Estando en esas labores me preguntaron si quería la dirección del Ideam y, teniendo en cuenta esta larga historia en la institución, pues dije que sí.

- ¿Cuáles serán sus principales metas como directora?

Que toda la información que tenemos llegue a los usuarios, especialmente a las poblaciones más vulnerables.

Buscar mecanismos para trabajar colectivamente con la academia, con instituciones como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y las corporaciones autónomas regionales (CAR). Necesitamos bajar la información del nivel técnico al lenguaje común que se habla en las regiones.

Otro punto importante es potenciar la investigación en erosión y desertificación. A eso queremos darle un empuje, poder sacar estas tasas y avanzar también en investigación de salinización de suelos.

Los impactos de la ganadería en zonas de alta pendiente son evidentes. Suelen ser un factor de degradación de suelos. Foto: Andrés Zuluaga.

Los impactos de la ganadería en Colombia, en zonas de alta pendiente, son evidentes. Suelen ser un factor de degradación de suelos. Foto: Andrés Zuluaga.

- Los informes de deforestación del Ideam para los últimos dos años (2016 y 2017) han mostrado cifras preocupantes, ¿cómo luchar contra las altas tasas de pérdida de bosque?

Tenemos un sistema de monitoreo de bosques y unos boletines permanentes de alertas de deforestación y definitivamente necesitamos trabajar en cómo detener este último fenómeno. Saber, en las zonas donde se está presentando, qué es lo que lo activa y cuáles serían las acciones para direccionar políticas ambientales enfocadas a detener esa situación.

La deforestación nos preocupa bastante, especialmente en los corredores biológicos, en esas brechas entre la Orinoquía y la Amazonía.

El piedemonte amazónico es otro punto para vigilar de cerca, es ahí donde empieza la transición de selva hasta llegar a los páramos y en estos últimos  se provee el agua de muchos grandes ríos. La deforestación en las cuencas altas es crítica.

- Además de la deforestación, ¿en qué otros problemas ambientales pondrá la lupa?

Más allá de la deforestación también hay grandes problemas con la calidad del agua. La alteración de los ecosistemas por deforestación nos afecta el ciclo hidrológico y la cantidad de agua en el territorio nacional. Por eso, en algunas zonas han venido cambiando los patrones de lluvia.

También está la erosión del suelo y la contaminación de las aguas, ya sea por minería o por uso de agroquímicos en los cultivos. Eso se ve reflejado en la sociedad y en la salud de las poblaciones más vulnerables del campo.

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No podemos separar los indicadores de vida de los colombianos de los indicadores de vida de los ecosistemas. Una población que está muriendo por contaminación de agua tiene un indicador de vida de su ecosistema muy lento y muy bajo.

Deforestación en el departamento del Guaviare. Foto:Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).

Deforestación en el departamento del Guaviare. Foto: Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS).


- Teniendo en cuenta los enormes compromisos ambientales que el país ha hecho a nivel internacional, ¿qué acciones piensa tomar para luchar contra el cambio climático?

Tenemos dos focos principales: la mitigación y la adaptación. Queremos expandir las medidas a todas las áreas y que sean las comunidades quienes se propongan algunos lineamientos de medidas de adaptación. La razón es que nuestro territorio es muy variable, tanto en ecosistemas como en culturas, y por ende los impactos son muy diferentes en cada lugar que se analiza, así se estudien en periodos de tiempo iguales.

Es necesario coordinarse con las mesas climáticas en el país e interactuar con la información que el Ideam provee para que la lleven a campo y la utilicen en los planes de adaptación.

- ¿Cómo ve el futuro de los Institutos de investigación en Colombia?

Muy duro. Lo que debemos hacer es un engranaje colectivo en el Sistema Nacional Ambiental, por ahí es por donde debemos empezar, todos tenemos funciones diferentes pero todas suman.

En el caso del Ideam, poco a poco se va el personal que está próximo a jubilarse y se necesita gente nueva. Necesitamos que el país provea este tipo de profesionales expertos en meteorología e hidrología porque en Colombia quedan muy pocos.

Creo que los demás institutos son sólidos y fuertes, han emitido muchas investigaciones que le han servido al territorio nacional y a los sectores productivos, pero definitivamente necesitamos un engranaje más proactivo y un apoyo constante del Estado. 

La acidificación del mar y la erosión costera son fenómenos que impactan las playas y la biodiversidad marina en Colombia. Foto: Mar Viva.

La acidificación del mar y la erosión costera son fenómenos que impactan las playas y la biodiversidad marina en Colombia. Foto: Mar Viva.

- ¿Cómo cumplir con lo que el país necesita en materia ambiental, cuando cada año las recortes de presupuesto son más fuertes?

Las instituciones que trabajamos en investigación por lo general tenemos un presupuesto reducido y trabajamos muchas veces con cooperación internacional y otros centros de investigación en el exterior. Estamos apretados.

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Necesitamos apoyo económico y eso es muy cierto. Investigar cuesta y si queremos grandes investigadores con maestrías y doctorados, se necesita que estudien y en ese sentido también es necesario fortalecer las universidades colombianas en programas de maestría y doctorado en temas ambientales.

- ¿Cree que el país ya es más consciente de la importancia de la ciencia?

Sí. Cada vez nos creen más y cada vez interactuamos más entre lo ancestral, lo cultural y lo científico. Tenemos unas grandes universidades, no solo nacionales sino regionales, que están siendo cada vez más sólidas. Los profesionales ambientales de Colombia, aunque todavía se necesitan más, son muy buenos.

- ¿Qué es lo más difícil de ser científico en Colombia?

Lo peor que le puede pasar a uno es proponer soluciones y que no te las entiendan. Cuando uno es científico ve el planeta enfermo, pero también ve soluciones, lo más difícil es conformar un equipo de personas que trabajen en concretar esas soluciones porque solos es más complejo.

Estamos fraccionados, y con esto quiero decir que pensamos así: si a mí no me afecta el suelo, entonces no me importa; si no me interesan los bosques, entonces no me importa… y eso no nos permite ver que es el planeta, como un todo, el que está siendo afectado. Solo nos preocupamos cuando vemos los eventos extremos.

Lea el artículo publicado originalmente en Mongabay Latam 

https://es.mongabay.com/2018/09/yolanda-gonzalez-nueva-directora-ideam/