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Los humedales de Bogotá son gobernados por más de 200 especies de aves. Fotos: Fundación Humedales Bogotá. | Foto: Pajareos humedales

GRUPO RÍO BOGOTA

EN VIDEO: A pajarear de forma virtual por los 15 humedales de Bogotá

Estos ecosistemas albergan 207 especies de aves, de las cuales 156 son terrestres y 51 acuáticas. La Fundación Humedales Bogotá elaboró guías virtuales con estos registros para que la ciudadanía se pierda entre la magia de los alados.

19 de agosto de 2020

Bogotá cuenta con 15 esponjas declaradas como parques distritales de humedal, 726,6 hectáreas encargadas de controlar y prevenir inundaciones, retener nutrientes y recargar los acuíferos. Están distribuidas en nueve localidades y en el pasado fueron sitios sagrados para los muiscas. 

Juan Amarillo, Jaboque, Torca-Guaymaral, La Conejera, Córdoba, El Tunjo, Tibanica, Capellanía, El Burro, Meandro del Say, Techo, Santa María del Lago, La Vaca, La Isla y Salitre, son los pequeños riñones que han logrado sobrevivir a la mole de cemento capitalina, ecosistemas que hasta 1950 sumaban más de 50.000 hectáreas.

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Aunque el desarrollo urbano causó profundas heridas en estos humedales de la cuenca media del río Bogotá y continúan viéndose afectados por vertimientos de aguas residuales, escombros, basuras, obras en concreto y hasta incendios forestales, la biodiversidad es el común denominador.

Varias especies de colibríes hacen presencia en los 15 humedales bogotanos. Foto: Fundación Humedales Bogotá.

Según un censo realizado por la Fundación Humedales Bogotá, la cantidad de especies de aves en los humedales bogotanos pasó de 188 a 207 registros entre 2015 y 2020, de las cuales 156 son terrestres y 51 acuáticas. La investigación logró contabilizar 65 aves migratorias, tanto boreales como australes.

“El punto de partida fue una publicación de la Asociación Bogotana de Ornitología (ABO) de 2015, insumo al que le sumamos registros ciudadanos verificados subidos a diferentes plataformas de ciencia participativa y reportes realizados por los miembros de la fundación y los equipos de monitoreo de las entidades del Distrito”, dijo Jorge Emmanuel Escobar, director de Humedales Bogotá.

Córdoba, humedal ubicado en la localidad de Suba, es el líder en especies de aves, con un total de 154. Le siguen La Conejera, Jaboque, El Salitre y Juan Amarillo. “En el estudio logramos identificar la presencia de 17 nuevas aves en los humedales, factor que puede estar asociado al cambio climático o a la introducción por parte del hombre”, anotó Escobar.

Las rapaces sobrevuelan los humedales en busca de alimento. Foto: Fundación Humedales Bogotá.

Con el propósito de que la ciudadanía conozca la biodiversidad de la avifauna de los humedales bogotanos, la fundación elaboró 15 guías virtuales que podrán ser consultadas de manera gratuita en la plataforma Naturalista (Guía de aves de los humedales de Bogotá).

Queremos exaltar el trabajo realizado por múltiples organizaciones, entidades y personas en las últimas décadas para poder avanzar en el conocimiento de las aves que habitan en Bogotá. En los cinco años recientes, la ciencia ciudadana y los datos abiertos han cobrado mayor importancia y sus aportes son notables”, mencionó Escobar.

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Con estas guías, los ciudadanos podrán pajarear de forma virtual por los humedales de la capital del país y conocer detalladamente el tipo de especies de aves que albergan. “Estos insumos también sirven para que los investigadores y tomadores de decisiones hagan un mejor manejo en la conservación de las aves y los ecosistemas”, apuntó el director de la fundación.

1. Córdoba

Su nombre original es Itzatá y estuvo gobernado por Itza, la princesa muisca del agua. Está ubicado en la localidad de Suba y cuenta con una extensión de 40,5 hectáreas, distribuidas en tres sectores fragmentados por grandes avenidas.

Córdoba es llamado el humedal de los buenos vecinos, ciudadanos que llevan más de 20 años luchando contra las obras en concreto y los impactos ambientales. Es el único ecosistema en la ciudad que cuenta con un caudal ecológico, una inyección natural aportada por la quebrada Santa Bárbara.

La Fundación Humedales Bogotá registró 154 especies de aves, cifra que lo convierte en el humedal con mayor cantidad de avifauna en la ciudad. Este ramillete incluye pisingos, zambullidores, patos, garzas, águilas, gavilanes, tinguas, búhos, garrapatero, andarríos, colibríes, chotacabras, lechuzas, sirirí, golondrinas, toche, azulejo, copetón y cormorán. (Guía de aves del Humedal Córdoba).

Córdoba encabeza en listado de las especies de aves de los humedales. Fotos: Fundación Humedales Bogotá. 

2. La Conejera

Huzhe Tibacuy o Uzhe Tiba Qüy está ubicado en la localidad de Suba. Es visto como el humedal insignia de la ciudad, ya que allí donde nació el movimiento ambiental en defensa de estos ecosistemas durante la década de los 90.

Cuenta con 58,9 hectáreas y hoy en día es uno de los humedales más biodiversos y recuperados. Es el único lugar en el mundo donde se encuentra la margarita de pantano, una especie endémica de la sabana de Bogotá.

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El nuevo censo de la Fundación Humedales indica que cuenta con 144 especies de aves, como el pato turrio, garza nocturna, garcita verde, águila pescadora, gavilán caracolero, tingua bogotana, patamarilla mayor, playero solitario, garrapatero, lechuza de campanario, búho cara oscura, chotacabras, colibrí, martín pescador de collar, perico de anteojos y tángara palmera (Guía de aves del Humedal La Conejera).

En La Conejera inició el movimiento ambientalista por los humedales de Bogotá. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

3. Jaboque

En la lengua de los muiscas, Jaboque significa tierra de abundancia. En sus zonas han encontrado monolitos prehispánicos, hallazgos que lo convierten en uno de los humedales de mayor interés arqueológico en la ciudad.

Es el segundo humedal más grande de Bogotá, con 148 hectáreas ubicadas en la localidad de Engativá. Es uno de los ecosistemas más afectados por vertimientos y disposición de basuras y escombros. Obras en concreto de la pasada Administración Distrital lo tienen en el ojo del huracán.

Humedales Bogotá identificó 130 especies de aves en Jaboque, como pato careto, pato de collar, zambullidor pico grueso, garza nocturna, milano cola blanca, águila pescadora, tingua azul, playero, garrapatero mayor, lechuza de campanario, búho cara blanca, tirano gris, monjita y ganso egipsio (Guía de aves del Humedal Jaboque).

Jaboque fue un territorio muisca. Hoy en día sobreviven algunos petroglifos de los indígenas. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

4. El Salitre

Fue declarado como parque de humedal en 2011, gracias a la articulación de ciudadanos y organizaciones ambientales. Está ubicado en la localidad de Barrios Unidos y es el ecosistema más pequeño en la ciudad, con 3,42 hectáreas.

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Según Humedales Bogotá, El Salitre presenta la mejor calidad de agua de todos los parques ecológicos distritales de humedal. “Es por ahora el único humedal artificial reconocido por la ley. Cuenta con buena presencia de ranas sabaneras y en su cuerpo de agua es fácil detectar algunos renacuajos”.

A pesar de su pequeño tamaño, es el cuarto humedal con mayor cantidad de registros de aves, 114 especies en total como ibis, halcones, cormorán, pato real, zambullidor, garza nocturna, halcón, tingua pico verde, playero solitario, chotacabras y colibríes (Guía de aves del Humedal El Salitre).

Salitre, a pesar de su tamaño, es el cuarto humedal de la ciudad con más aves. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

5. Juan Amarillo

También llamado Tibabuyes. Es el humedal más grande de Bogotá, con 222,5 hectáreas distribuidas entre las localidades de Suba y Engativá. Tiene una de las poblaciones más numerosas de tingua bogotana, especie endémica del altiplano cundiboyacense que está en peligro de extinción. Es el único que registra musgo de pantano.

Es uno de los humedales más afectados por el desarrollo urbano. En las pasadas Administraciones Distritales, una parte del ecosistema fue adoquinada, por lo cual la llaman la piscina. Un puente elevado en concreto, obra que inició en la última Alcaldía de Enrique Peñalosa, causó indignación entre los ambientalistas y ciudadanos.

Alberga 113 especies de aves, ramillete que incluye el pato de pico azul, zambullidor, cormorán tropical, garza nocturna, garza azul, tingua bogotana, gaviota reidora, búho cara oscura, mosquero cardenal, piranga roja, corocoro rojo, pato de collar e ibis (Guía de aves del Humedal Juan Amarillo).

A pesar de las obras en concreto, Juan Amarillo está entre los cinco humedales más biodiversos de la ciudad. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

6. Torca-Guaymaral

La construcción de la Autopista Norte fraccionó en tres partes al cuerpo de agua: el humedal Torca en Usaquén, con 22 hectáreas; el humedal Guaymaral en Suba, con 49 hectáreas; y una franja en el separador de la autopista.

Es un ecosistema que hace parte de la subcuenca del río Torca. Guaymaral se ha visto afectado por escombros, rellenos y vertimientos de aguas residuales, mientras que Torca padece por un reducido espejo de agua e impactos de los cementerios que lo rodean.

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La Fundación Humedales Bogotá encontró 107 especies de aves en este fragmentado humedal, entre las que se encuentran el pato pico azul, pato esmascarado, garza morena, gavilán pecho canela, alcaraván, lechuza de campanario, carpintero, perico carisucio, chipe garganta naranja, tingua bogotana y turpial amarillo (Guía de aves del Humedal Torca – Guaymaral).

Torca-Guaymaral fue fraccionado por el paso de la Autopista Norte. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

7. Meandro del Say

Es uno de los humedales más afectados por las intervenciones humanas. Antes de 1986, era un meandro natural del río Bogotá, cuyas aguas en temporada invernal se desbordaban y creaban gigantescos espejos de agua.

Varias obras desviaron el curso original del río, lo que dio paso a un meandro desconectado con poca entrada de agua. Este humedal de la localidad de Fontibón cuenta con poco caudal de agua y una alta sedimentación. Los rellenos con escombros lo agobiaron y sólo es alimentado por aguas lluvias y vertimientos.

Sin embargo, es uno de los humedales más visitados por los patos canadienses en su época migratoria. Sus 26 hectáreas albergan 101 especies de aves registradas, como la tingua pico verde, pato enmascarado, ibis con cara desnuda, halcón de carretera, focha americana, playero, caracara de cabeza amarilla, sinsonte tropical y golondrina de banco (Guía de aves del Humedal Meandro del Say).

Meandro del Say es uno de los humedales más visitados por las aves migratorias. Fotos: Fundación Humedales Bogotá. 

8. El Burro

Humedal de la localidad de Kennedy que fue dividido en dos fragmentos por la avenida Ciudad de Cali. Durante años fue utilizado como relleno y parqueadero, pero fue recuperado por las entidades y la comunidad.

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Hace parte de la subcuenca El Tintal. Presenta una forma alargada y en la actualidad tiene una extensión de 18,8 hectáreas, de las cuales 0,2 hectáreas son espejo de agua. “El paso de la futura avenida Agoberto Mejía causará una nueva fragmentación del ecosistema”, dijo Humedales Bogotá.

Es el octavo humedal con mayor cantidad de aves, 97 en total, como garza nocturna, aguililla alas anchas, caica de páramo, alcaraván, lechuza de campanario, colibrí rutilante, halcón esmerejón, sangretoro encendido y pato zambullidor grande (Guía de aves del Humedal El Burro).

El Burro fue recuperado hace pocos años, dejando atrás los escombros e invasiones. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

9. La Vaca

Conocido como humedal Techovita, ya que sus tierras pertenecieron a ese cacique muisca. Hacía parte de la laguna El Tintal, que fue fragmentada en cinco cuerpos de agua en la localidad de Kennedy.

Sus cerca de nueve hectáreas están fraccionadas en dos sectores, los cuales son recuperados por el trabajo comunitario y las obras del Distrito. La zona norte padeció por el loteo ilegal en la década de los 90 y la sur por la presencia de parqueaderos. “En La Vaca, la comunidad tiene una importante participación en los procesos de cambio”, anota la fundación.

82 especies de aves han sido registradas en La Vaca, una de las cifras que más aumentó en los últimos cinco años. Hacen presencia el zambullidor pico grueso, garcita verdosa, tingua pico rojo, tingua amarilla, búho cara blanca, perico carisucio, chotacabras, papamoscas, sirirí, piranga roja, monjita y tordo arrocero (Guía de aves del Humedal La Vaca).

La Vaca es recuperado por el trabajo de la comunidad y las obras del Distrito. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

10. Santa María del Lago

Está ubicado en la localidad de Engativá y cuenta con una extensión de 12 hectáreas, de las cuales 5,64 son espejo de agua. Cuenta con un aula ambiental y es uno de los humedales más visitados por la comunidad.

En su recuperación fue sometido a varias obras en concreto como la construcción de senderos para la actividad pasiva, intervenciones que disminuyeron su biodiversidad. La especie insignia es la tingua pico amarillo, un ave territorial y dominante que podría desplazar a otros animales.

Alberga 82 especies de aves, como zambullidor, hatza nocturna, tingua azul, chiricote, colibrí rutilante, halcón peregrino, mosquero, tirano dorso negro, turpial, mirla y tángara palmera (Guía de aves del Humedal Santa María del Lago).

La tingua pico amarillo es la reina en Santa María del Lago. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

11. Tibanica

Su nombre muisca significa el portal de los altares. Está ubicado entre la localidad de Bosa y el municipio de Soacha y cuenta con 28,8 hectáreas. Hacía parte de la cuenca hidrográfica del río Tunjuelo, pero hoy en día está totalmente aislado de ese sistema. 

La quebrada Tibanica, que en el pasado le inyectaba agua, está convertida en un canal de drenaje severamente contaminado por desechos domésticos e industriales. Como no cuenta con un caudal ecológico, en algunas épocas pierde todo su espejo de agua. Es el humedal más impactado por los incendios forestales.

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“Tibanica es de gran importancia a nivel local y regional por ser uno de los que cuenta con la presencia de especies importantes para la conservación como la tingua bogotana, tingua pico verde y el cucarachero de pantano, que se encuentra en grave peligro de extinción”, indica la fundación.

Cuenta con 78 especies de aves registradas, como pato pico azul, zambullidor, garza azul, milano cola blanca, tingua bogotana, zarapito ganga, playero solitario, halcón peregrino, doradito, sirirí bueyero y cucarachero de pantano (Guía de aves del Humedal Tibanica).

Tibanica es el único humedal donde ha aparecido el cucarachero de pantano en los últimos años. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

12. Techo

Su historia es ejemplo del proceso de urbanización ilegal que sufrió Bogotá en los años 80 y 90, que redujo el tamaño de la mayoría de los humedales capitalinos. Techo, ubicado en Kennedy, primero fue invadido por el barrio Lagos de Castilla, una invasión ilegal que fue parcialmente legalizada.

“Los vecinos del sector norte del humedal son construcciones industriales y parqueaderos de vehículos. El paso de la carrera 80 en la mitad del humedal lo dividió y fragmentó en los sectores norte y sur, que suman 11,67 hectáreas”, informa Humedales Bogotá.

El censo de aves revela que Techo alberga 78 especies, como cerceta alas azules, polluela sora, tingua moteada, garrapatero mayor, búho sabanero, tirano dorso negro, golondrina parda, chipe trepador y jilguero andino (Guía de aves del Humedal Techo).

Techo está rodeado por urbanizaciones ilegales y parqueaderos. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

13. Capellanía

También es conocido como el humedal de Cofradía. Está ubicado en la localidad de Fontibón y se vio afectado por el desarrollo urbano, industrial y los rellenos con escombros. Una recuperación de las entidades distritales despejó nuevos espejos de agua.

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Cuenta con 58,9 hectáreas, donde hacen presencia anfibios como la rana sabanera, reptiles como la culebra sabanera y mamíferos como el ratón doméstico. Alberga 77 especies de aves, como la monjita, tingua pico rojo, cardenal, zopilote común, alcaraván, colibrí, saíra de antifaz, mielero rufo, pato zambullidor, garza nocturna y chipe amarillo (Guía de aves del Humedal Capellanía).

Con el resurgir del espejo de agua, las aves han regresado a Capellanía. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

14. El Tunjo

También lo llaman La Libélula y es uno de los humedales menos conocidos en Bogotá. Está ubicado en el sur de la capital, en la localidad de Ciudad Bolívar. Hace parte de la antigua zona de inundación del río Tunjuelo, pero actualmente sólo lo bordea.

Se observan algunas especies de aves comunes en la sabana y algunos arbustos. Hace varios años poseía gran cantidad de árboles, que fueron cortados por la comunidad al asociarlos con la inseguridad”, dice la fundación.

Registra 57 especies de aves como la garza noctura, milano cola blanca, cuervillo cara pelada, tingua pico amarillo, alcaraván, colibrí y pradero (Guía de aves del Humedal El Tunjo).

El Tunjo es el único humedal declarado en la localidad de Ciudad Bolívar. Fotos: Fundación Humedales Bogotá.

15. La Isla

Es el último humedal que fue reconocido en la ciudad. Sin embargo, parece más una isla verde, sin espejos de agua y con cara de potrero. Está ubicado en la localidad de Bosa, en la rivera del río Tunjuelo, sector conocido como San Bernardino.

Tiene 7,7 hectáreas y es el último relicto del complejo de humedales que tenía la cuenca del río Tunjuelo en su desembocadura al río Bogotá. La quebrada Tibanica desemboca en el Tunjuelo a unos 400 metros del humedal, por lo que también se puede dar un interesante corredor ecológico con el humedal Tibanica”, afirma Humedales Bogotá.

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42 especies de aves hacen presencia en La Isla, lo que lo convierte en el humedal con menor cantidad de registros de avifauna. Se pueden observar varias garzas, zopilote común, alcaraván, búho cara oscura, colibrí y monjita (Guía de aves del Humedal La Isla).

El pasto cubre todo el espejo de agua del humedal La Isla. Fotos: Diego Carús (plataforma Naturalista) y Fundación Humedales Bogotá.

* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.